martes, 24 de marzo de 2009

Los Antihistaminicos y su evolución

Los antihistamínicos son fármacos que bloquean los receptores de la histamina reduciendo o eliminando sus efectos. La histamina es un mediador químico que el cuerpo libera en las reacciones alérgicas. Aunque existen cuatro tipos de receptores de la histamina, H1, H2, H3 y H4, se conoce comúnmente como antihistamínicos a los antagonistas de los receptores H1, relacionados con la rinitis o dermatitis alérgica. Los antagonistas de los receptores H2 actúan sobre la secreción de ácido clorhídrico y son cada vez menos utilizados para el tratamiento de la úlcera péptica por haber sido desplazados por los inhibidores de la bomba de protones (omeprazol y similares).
Nunca deben juntarse con alcohol pues este potencia extraordinariamente sus efectos depresores sobre el sistema nervioso central.
Aun sin tomar alcohol se desaconseja conducir o manejar maquinaria peligrosa por la considerable merma de reflejos que producen estos fármacos, en especial los de primera generación.
Antihistaminicos: antagonistas H1
Los antagonistas H1 son los que bloquean la interaccion entre la Histamina y el receptor H1. Este bloequeo es competitivo y reversible.
Juegan un rol importante en la inhibición de los efectos de la histamina en el músculo liso, en especial la constricción de estos en la vías respiratorias y en el sistema vascular inhiben los efectos vasoconstrictores y en cierta medida los efectos vasodilatadores que se producen cuando la histamina activa las células endoteliales que liberan óxido nítrico y otras sustancias vasodilatadoras. Además bloquean el aumento de la permeabilidad capilar y la formación de edema.
Los antagonistas H1 no bloquean la secreción gástrica, pero sí las secreciones lagrimal, salival, y exocrina de otro tipo. La principal reacción adversa es que aquellos que atraviesan la barrera hematoencefálica (BHE) producen sedación.
Generaciones de Antihistaminicos Antagonistas H1
Primera Generación: llamados tambien antihistaminicos clásicos.
Son capaces de atravesar la barrera Hemato-encefalica (BHE), esto provoca la sedación. Producen efectos colinérgicos.
Todos los antihistamínicos de primera generación producen sueño, en alrededor del 25% de los pacientes, en dosis terapéuticas. Se observa también un retardo del tiempo de reacción, confusión, discoordinación motora y una disminución en la capacidad de conducir vehículos. En el adulto se suele observar estados de ansiedad, angustia y depresión. Sin embargo, en algunos pacientes generan inquietud, hiperactividad e insomnio.Los niños son muy sensibles a su acción tóxica y pese a metabolizarlos más rápidamente que el adulto, fácilmente pueden presentar alucinaciones, convulsiones y coma. Todos estos efectos sobre el SNC dependen de su unión a receptores H1 localizados en el cerebro y para lo cual no existe antídoto conocido. Son liposolubles, por lo tanto atraviesan la barrera hemato-encefálica.
La clorfenamina es la única que cuenta con una presentación inyectable, muy útil en procesos agudos graves (shock anafiláctico) que requiere de administración parenteral.Algunos de estos, tienen acción a otro nivel, otros mecanismos de acción, en otros órganos y por ello tienen también otras indicaciones.
Entre estos tenemos:
  • Azelastina
  • Bromfeniramina
  • Ciproheptadina
  • Clorfenamina
  • Difenhidramina
  • Dimenhidrinato
  • Dimetindeno
  • Doxilamina
  • Fenoxifenadina
  • Isotipendilo
  • Prometazina.
Segunda generacion: llamados tambien antihistaminicos no sedantes.
No cruzan en grado apreciable la barrera hematoencefálica, no producen sueño y no tienen efectos anticolinérgicos.
Todos los antihistamínicos de segunda generación son de administración oral, no contándose por el momento con prescntaciónes parenterales.Son más lipofóbicos, presentan cadenas laterales cargadas y se encuentran unidos a las proteínas plasmáticas, hechos que les impiden atravesar la barrera hémato-encefálica. También muestran una mayor afinidad por los receptores H1 periféricos que los centrales. Se usan en la prevención y alivio de los estornudos, prurito y rinorrea en pacientes con rinoconjuntivitis alérgica, así como en el tratamiento del prurito en pacientes con urticaria.
En este grupo se encuentran:
  • Terfenadina
  • Astemizol
  • Loratadina
  • Cetirizina
  • Ebastatina
  • Epinastina